Cundo iniciamos un proyecto de programación es comun que nos baste con
un simple g++ *.cpp para compilar nuestro cdigo de forma rápida, pero
conforme el número de fuentes crece es necesario usar algo que nos permita
recompilar sólo el codigo que se ve afectado con los cambios a los fuentes
realizados y no todos los fuentes, esto se logra usando make y el archivo
makefile.